Ángeles Gómez-Belmonte
Con 17 años descubrí la meditación y desde entonces, he practicado muchas herramientas que me han ayudado a llevar un control de mi mente de forma espectacular.
En esta trilogía, he recopilado los conocimientos y la práctica que te van ayudar a transformar tu mente y tu forma de pensar, para poder cambiar aquellos aspectos que quieras mejorar en tu vida.
Aprenderás desde los conceptos más básicos de la meditación, y sus prácticas más sencillas, hasta profundizar en temas que te ayudarán a ser más consciente de todo aquello que te limita, para poder cambiarlo.
TESTIMONIOS
Preguntas Frecuentes
La meditación es espiritual, eso sí, pero sobre todo es un entrenamiento mental.
Entrenas para dirigir tu atención a donde tú deseas, para poder recuperar el control de la mente cuando sea necesario.
No está ligada a ninguna religión, cualquier persona de cualquier religión puede meditar sin problema.
No, sin embargo, la meditación invita al recogimiento, a observarnos desde dentro y eso es muy profundo. Conecta con una parte de nosotros que a menudo tenemos olvidada. Aprendemos a escucharnos desde el corazón y eso eleva nuestra conciencia.
Sin duda meditar abre las puertas a la espiritualidad, pero puedes elegir no hacerlo así.
Todo el mundo puede meditar. De hecho todo el mundo debería introducir la meditación en su rutina diaria, ya que los beneficios son muchos.
Favoreces la concentración, controlas tus pensamientos, estás más positivo y mejoras tus relaciones. También reduces la tristeza y el insomnio. Te hace estar más atento, más alerta y más consciente. Es decir, te das más cuenta de las cosas.
Los beneficios de la meditación son también físicos, ya que no se puede separar el cuerpo de la mente. Reduce la ansiedad, el estrés, refuerza tu sistema inmunológico y alivia el dolor.
¡¡¡Y a mí!!! Por eso medito cómodamente sentada o tumbada. Si bien es cierto que algunas meditaciones requieren tener la espalda recta, la mayoría no. Y si fuese el caso, se puede hacer dicha meditación sentado en una silla.
Hay otras opciones como usar un zafu , que es un cojín de meditación. Pero no es imprescindible.
Prefiero que medites sentado o tumbado, a que no lo hagas.
Tranquilo, ni tú ni nadie.
La naturaleza de la mente es oscilante, va y viene, pero el entrenamiento de la meditación no consiste en sostener la mente, si no aprovechar ese movimiento, para volverla a traer.
Imagina que es un músculo. Los músculos no se entrenan sosteniendo la pesa, se entrenan con el movimiento. Pues con la mente pasa igual. Al igual que para saber si estás avanzando tendrás que probarte en las situaciones cotidianas de la vida. Es fácil ser paciente meditando en una cueva, pero el objetivo es usarlo en los problemas del día a día.
Si te entrenas en meditación, estarás preparado para cuando requieras concentrarte o salir de un bucle.
Evita meditar entonces cuando estés cansado, o por la noche. En tu caso recomiendo las posturas sentadas, pero si tiene que ser tumbado, mantén las rodillas levantadas.
Hay respiraciones que ayudan a recargarte de energía y no dormirte durante la meditación, las posturas de meditación también evitan que nos durmamos.
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Envíamelas a mi correo y te responderé.
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Desde el blog:
¡Atrévete a dar el salto y recuperar el control de tu mente y de tu vida!
El momento es ¡AHORA!
A diario nos vemos secuestrados por millones de pensamientos y emociones que nos causan un estado de inquietud y malestar.
Así me sentí yo durante mucho tiempo, hasta que descubrí que había una forma de controlar tu mente, desterrar hábitos mentales negativos y transformarlos en hábitos saludables para llevar una vida plena, tranquila y feliz.
La trilogía ¡MEDITA! te ayuda a entrenar tu mente para poder manejar esos pensamientos y emociones, sustituir hábitos tóxicos por una correcta “higiene mental”, y darte el enfoque necesario para conseguir todo lo que te propongas.